2.2. El terror en el arte y la psicología

El terror ha sido una fuente de inspiración constante en diversas manifestaciones artísticas, desde la pintura hasta el cine y la fotografía. En el arte, artistas como Francisco de Goya plasmaron visiones perturbadoras en obras como Saturno devorando a su hijo, donde el miedo y la angustia se convierten en protagonistas. En la literatura, autores como Edgar Allan Poe y H.P. Lovecraft exploraron lo macabro y lo desconocido como una forma de dar voz a los temores internos del ser humano.

Desde la psicología, el terror ha sido estudiado como una herramienta para procesar el trauma y enfrentar miedos profundos. La exposición controlada al miedo, a través de imágenes o narrativas, permite a las personas desensibilizarse y transformar el terror en un elemento de exploración personal. El uso del arte como medio terapéutico ha sido validado en estudios psicológicos que demuestran su efectividad en el manejo de la ansiedad y el estrés postraumático.

La fotografía de autorretrato de terror se inscribe dentro de esta tradición, permitiendo a los individuos representar sus propios miedos y convertirlos en una expresión artística tangible. Esta transformación del miedo en arte ofrece un espacio seguro para explorar emociones difíciles, promoviendo la resiliencia y la autoaceptación.